viernes, 24 de octubre de 2008

Te sigo esperando, River

Semivacío. Quizá cualquier persona -que no se sintiese hincha de un equipo tan grande- le daría igual ir al estadio a ver a su equipo, o quizás no. River Plate -cómo sabrán "todos" los que fueron esta noche- no es un equipo chico, ni mucho menos tiene un estadio chiquito. Faltaban pocos minutos para iniciar el partido y el estadio lucía igual. Semivacío. Y no era para menos. Hace menos de una semana el corazón del hincha millonario se había sentido tocado. Nadie esperaba que el clásico rival -llámese Boca- terminara de hundir la ilusión del hincha que hace tres meses, después de haber sido campeón, esperaba levantar su primera Copa Sudamericana. Tribunas vacías. Silencio absoluto. Sale el equipo a la cancha. El rival: Las Chivas. Aunque muy fuera del resultado -valga la redundancia, negativo-, el rival sería otro. El corazón del hincha. Un corazón semivacío.

No hay comentarios: