jueves, 6 de noviembre de 2008


Y todavía no...

Luchando por no descender, Juan Aurich venció 2-1 al Sporting Cristal con goles de Carlos Zegarra y Fernando García.

¿Con qué cara le iban a reclamar a Pacheco? ¿Es qué acaso, hasta el heladero que estaba en la tribuna, no lo vio? ¿Alguien sería tan desvergonzado de ir a pedirle una explicación? Penal a favor de Cristal. Todos se miraban y no encontraban ninguna explicación. Corría el minuto 2 del segundo tiempo. Lobatón lanza un centro por derecha con la intención de que el “chino” Ximénez facture el gol. Felizmente –para ellos- no fue así. El goleador del Cristal no llegaría, ni saltando 2 días antes, a esa pelota. Un cándido Lalopú, en complicidad del “Cuto” Guadalupe, terminaría por enredarse. Es más, terminaría por asustarse. Nadie supo, ni él mismo, que intención tuvo al momento de alzar la mano. Si de algo todos estamos seguros –hasta él- es que lamentablemente tocó la pelota en su totalidad, como jugada de balonmano, que “difícilmente” no sería vista por el árbitro Héctor Pacheco. Acababan de regresar del entretiempo y todos los jugadores del Aurich se volvían a meter en el partido –que por cierto iban ganando 1 a 0- a excepción de alguien. Recién era el minuto 2. Lalopú no lo podía creer, trataba de darle explicaciones a Martinuzzi y al “Cuto”, pero ya todos estaban resignados. Aquella resignación tenía un solo nombre: Miguel Ximénez. Minuto 3, gol del Cristal. Lalopú no lo podía creer, sentía que el partido se le escapaba de las “manos”.

Sporting Cristal salía decidido a llevarse los tres puntos, no tenía de otra. Por su lado, el Aurich, debía empezar con pie derecho la nueva era de Franco Navarro que llegaba con un solo objetivo: salvar la categoría. Comenzaba el partido y los dos equipos eran muy livianos, apenas en 15 minutos sólo hubo una ocasión de gol a favor del Aurich. Corner de Karl Fernández que fue impactado por Fernando García, que por cierto salió ligeramente desviado. Aurich comenzaba a imponerse, constantemente los jóvenes –de las inferiores de universitario- Rey y Fernández eran un peligro por las bandas. Lamentablemente no llegaban a concretar las jugadas porque Villalta comenzaba a anticipar a los delanteros. Claro estaba. Ninguno de los dos dejaría pasar la oportunidad de su vida. El partido se volvía muy trabado. Oblitas no podía creer que el “chino” Ximénez no haya tocado una sola pelota, es más, parecía que la ambición de uruguayo por el gol 31 se había quedado en Lima. Franco, por su parte, había notado en dos jugadas algo extraño en el arco celeste: Erick Delgado no mostraba seguridad. Y era cierto, en los dos remates que hasta el momento había concretado el equipo chiclayano, Delgado nunca intento atraparlos, sólo desviarlos. Punto a su favor. De esta forma, ante ya casi 3 malas salidas del arquero rimense, llegaría el gol del Aurich. Minuto 25. Tras un centro que realizó el chico Fernández y una mala salida de Delgado, que dejó sólo a Fernando García, el equipo de Navarro concretaría la superioridad que mostraba hasta ese momento. De ahí en más, el partido volvió a la “calma”. Claro, Oblitas se quedó por lo menos un “poco” tranquilo porque el Ximénez tuvo una ocasión de gol, aunque no se haya concretado. “Tranquilo” también porque los minutos transcurrieron y Pacheco le dio fin al primer tiempo, le esperaba una larga charla –llámese 15 minutos- con Delgado.

Apenas regresaron del entretiempo, sucedió la historia ya contada. Miguel Ximénez empataría el partido y continuaría esta historia. Todo se volcó a favor del equipo rimense, las llegadas empezaron a ser una constante para el Cristal, quién empezó a hilar fútbol en la medular con Daniel Sánchez y el “chorri” Palacios, pero sólo por –exactamente- un cuarto de hora. Minuto 15. La sombra negra se le volvería a aparecer a Delgado, quién volvió a fallar en la salida. Un ex – Cristal, Carlos Zegarra, tomaría el rebote para liquidar el partido. 2-1. Aunque volvería a pasar lo mismo del primer tiempo, ya no le bastó al Cristal adelantar sus líneas hasta conseguir el gol –a pesar que quince minutos después Zegarra fue expulsado- porque Navarro le puso el candado. Los cambios del dieron resultado: Quintana y Chará, para buscar alguna posibilidad de contragolpe, por Holsen y Fernández. Llega un determinado momento en que Oblitas entra en desesperación, trata de hablar con Walter Fiori para poder entender que había pasado con Delgado, que a pesar de ya no influenciar en el partido, no podía haberlos perjudicado tanto.

La temática, por sobre todo, fue la misma: liviana. Los dos equipos mostraron altibajos –sobretodo Aurich- que les pudieron costar el partido. Aurich supo aprovechar los errores y se llevó un buen triunfo. Aún quedan 8 fechas y mantiene la ilusión de quedarse en la “máxima “categoría a cuestas del Bolognesi. Oblitas se retira a vestuarios, aunque ya estaba demás decirse a sí mismo que el campeonato se le escapó de las manos. Así como a Lalopú, que ahora siente que puso la mano de Dios a este partido.


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